Características de la piel sensible y los cuidados que necesita
La piel sensible, también conocida como piel reactiva, es la piel que reacciona excesivamente a diferentes elementos: sol, viento, frío, calor, cambios bruscos de temperatura, emociones fuertes, estrés, hormonas, etc. Dermatológicamente hablando se la denomina como piel atópica. Este tipo de piel está predispuesta a erupciones y desarrollar otras enfermedades inflamatorias. A continuación te compartimos las características de la piel sensible y cómo cuidarla.
Diferencias entre la piel sensible y otros tipos de pieles
La excesiva sensibilidad de la piel a los diferentes factores coincide generalmente con la piel seca, aunque la piel grasa también puede ser sensible. Por otra parte, la piel del rostro no es igual en todas sus áreas. Por ejemplo, la zona que está alrededor de los ojos es más sensible que la de las mejillas o la frente.
Sin embargo, a veces es difícil identificar la piel sensible. Se la puede confundir con otras que tienen episodios de sensibilidad, aunque sea en forma periódica. Para distinguirla, debés saber que una de las características de la piel sensible es que está continuamente irritada y enrojecida.
Este tipo de piel está predispuesta a erupciones y otras enfermedades. También, en la mayoría de los casos, es hereditaria. Además, es más propensa a enfermedades e inflamaciones como la dermatitis, que exacerba la sensibilidad.
Además, las mujeres de piel sensible y clara son las más afectadas por la rosácea y la ciperácea. Precisamente los síntomas de la rosácea son los mismos que los de la piel atópica: enrojecimiento de la cara, sequedad y sensación de ardor.
Características de la piel sensible
La piel sensible se reconoce por ser fina, transparente y frágil. Los signos más habituales son:
- Rojeces.
- Picazón.
- Sensación de opresión y calor.
- Sequedad.
- Descamación.
- Alergias.
- Malestar, incomodidad.
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Cuidados de la piel sensible
La piel sensible, así como las áreas más sensibles del rostro, necesitan cuidados especiales. Por otra parte, las dermis que tienen episodios de excesiva sensibilidad también requieren atención para evitar que los desequilibrios se conviertan en problemas crónicos o enfermedades de la piel.
Analizá estas estrategias:
- Cuidar la piel de la exposición al sol e inclemencias del tiempo.
- Evitar los productos para el cuidado de la piel que contengan perfumes, alcohol o jabón. Estas sustancias son demasiado agresivas para pieles sensibles.
- Para la limpieza facial preferir productos llamados syndet (sin detergente) como Lactibon.
- Para mitigar el enrojecimiento y ardor, se pueden utilizar tónicos calmantes.
- Utilizar hidratantes espciales como Aquatop y protectores solares.
- Las rutinas de cuidado de las pieles sensibles deben realizarse por la mañana y por la noche, masajeando muy ligeramente para ayudar a absorber los nutrientes, favorecer la hidratación y lograr una mayor protección natural de la piel.
- Las claves son: constancia en los tratamientos faciales y suavidad en la aplicación.
Sensibilidad de los distintos tipos de piel
Es interesante analizar la excesiva sensibilidad de los distintos tipos de piel así como las áreas más sensibles del rostro. Estos casos también podemos considerarlos dentro de las pieles atópicas y necesitan cuidados especiales.
- Piel normal y mixta: a pesar de que son las más fáciles de cuidar, son, como las demás, sensibles al mal tiempo, cambios hormonales, estrés y otros factores.
- Piel seca: es muy sensible a las agresiones externas como el sol, el polvo o incluso la contaminación. Tiende a promover la aparición de enfermedades inflamatorias.
- Piel grasa: es menos sensible a la sequedad y estrés, y es menos propensa a las arrugas y los signos del envejecimiento. Sin embargo, puede deshidratarse y hacerse más sensible a los diferentes factores.
- Niños y ancianos: cabe destacar que la piel de los niños y los adultos mayores es más sensible a los factores climáticos.
- Contorno de ojos: la piel en esta área es más fina y por lo tanto más sensible. Se recomienda utilizar productos específicos y nutritivos como Yeux, que incrementa la elasticidad y firmeza de la piel. Los masajes suaves también ayudan a fortalecerla.
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Nuestras recomendaciones
- La piel sensible necesita cuidados especiales, ya que, por sus características, es especialmente propensa a las dermatitis.
- Además, este tipo de piel agrava los síntomas de otras enfermedades.
No es fácil reconocer la piel sensible, por eso, si padecés alguno de los síntomas mencionados, lo mejor es recurrir al dermatólogo. Este especialista realizará los estudios necesarios para determinar si se debe a las características de la piel sensible u otro problema, e indicará el tratamiento adecuado. ¡No lo dejes pasar!