¿Cómo es la clasificación de la piel?
La piel no es solo un tejido, es el órgano más grande y resistente del cuerpo. Cada persona tiene uno tipo diferente y, dependiendo de cuál sea, las medidas para mantenerla hidratada y saludable serán diferentes en cada caso. En este artículo te enseñaremos cuál es la clasificación de la piel para que puedas identificar la tuya y darle los cuidados necesarios, con los productos adecuados.
¿Cuáles son los distintos tipos de piel?
De acuerdo con la medicina existen cuatro tipos de piel: normal, seca, mixta y grasa.
A continuación, te contaremos las características de cada una para que puedas diferenciarlas y descubrir cuál es la que te pertenece. Solo de esta manera podrás darle el tratamiento que necesite. ¡Preparate para lucir una piel alusinante!
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Piel normal
Se considera una epidermis normal, cuando los niveles de PH están en total equilibrio. Aquí la zona T, no presenta ni grasa ni sequedad. Otra característica de este tipo de piel es que cuenta con poros muy finos.
Además, se destaca por ser muy suave y no muestra indicios de inflamación o mala circulación. Su tonalidad de color es uniforme y su apariencia es lisa. Otro rasgo muy característico es que no presenta impurezas.
Si bien esta es la piel más equilibrada, si no se cuida de forma correcta con el paso del tiempo tiende a volverse muy sensible. En algunos casos incluso puede presentar señales de resequedad. Por este motivo, es necesario mantenerla limpia e hidratada de forma constante. Te recomendamos desmaquillarte siempre antes de dormir, realizarte una exfoliación una vez por semana y colocarte una crema hidratante dos veces por día.
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Piel seca
Sabes que tu tipo de piel pertenece a esta clasificación porque se agrieta con facilidad, pierde elasticidad, sufre descamación, no tiene brillo y suele ser áspera. Se suele volver sumamente irritable con el calor o frío extremo.
Las pieles secas existen porque hay una carencia alta de lípidos y ciertos aminoácidos que impiden que se produzca sebo, el encargado de retener la humedad y proteger a la piel de influencias externas.
Es importante poner atención al cuidado de esta epidermis, pues, aunque no lo creas, el estado de esta podría empeorar a extremadamente seca. Este tipo de piel puede mejorarse con una buena alimentación, eliminando las bebidas alcohólicas y el tabaco y colocándose cremas hidratantes nutritivas.
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Piel grasa
La piel grasa puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Quienes tienen esta piel necesitan de productos que les ayuden a regular la producción de sebo y eliminar el exceso de toxinas en el rostro.
El estrés, los cambios hormonales y el factor genético son variables que determinan esta categoría de epidermis.
Este tipo de piel provoca la aparición de espinillas y pequeños puntos negros. Además, los poros agrandados y la brillantez son característicos.
Aunque no lo creas, la piel grasa necesita estar hidratada, pero es necesario utilizar cremas livianas para reducir el aspecto brillante. El gel limpiador y el tónico son productos que nunca deben faltar a quienes tienen este arquetipo.
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Piel mixta
Una piel mixta se caracteriza por tener el contraste de la piel seca y grasa. Es uno de los tipos menos frecuentes ya que presenta un desequilibro en la hidratación permitiendo que haya zonas con brillo, como la zona T y otras con sequedad, como en las mejillas y las sienes.
En el rostro los poros son grandes y rojizos. Por otra parte, el nivel de sensibilidad suele variar en diversas zonas de la cara.
Los productos para este tipo de tez buscan establecer un equilibrio en el PH para hacer más uniforme la producción de sebo y lípidos.
La importancia de elegir productos especializados
Por suerte nosotros contamos con un amplio portafolio de productos para todo tipo de pieles, sin importar si es grasa, mixta, seca o normal. Nuestros geles limpiadores, lociones hidratantes, maquillajes, protectores solares, etc. están pensados para los diferentes tipos de piel.
Cuando se trata de comprar productos para el rostro sin duda es muy importante conocer la clasificación de la piel. De esta forma estaremos dando la atención correcta a una parte del cuerpo que siempre está expuesta agentes externos.