El poder del contouring: cómo definir y resaltar tus rasgos faciales
¿Querés lucir un rostro más definido y con rasgos destacados? ¡Entonces el contouring es para vos! Desde hace algunos años, esta técnica de maquillaje se ha convertido en la favorita de muchas mujeres alrededor del mundo. ¿Por qué? Porque permite moldear nuestro rostro y darle una mayor profundidad y dimensión. En este post te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el poder del contouring, ¡así que sigue leyendo para no perderte los detalles!
¿Qué es el contouring?
Comenzaremos respondiendo la pregunta que muchas de las lectoras deben estar haciéndose ahora mismo. El contouring es una técnica de maquillaje que se utiliza para crear ilusiones ópticas y definir o resaltar los rasgos faciales. Se puede lograr un efecto natural o más dramático, dependiendo del estilo que se esté buscando. La clave para un buen contouring es la aplicación del producto en las zonas correctas. Asimismo, la difuminación de los bordes. A continuación, te mostraremos cómo hacerlo.
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La técnica se originó en el mundo del cine y la televisión, donde los actores necesitaban realzar sus características faciales para que pudieran ser vistas claramente por las cámaras. Hoy en día, el contouring ha llegado a todos nosotros como una forma accesible de conseguir un look sofisticado.
El proceso implica aplicar una base más oscura debajo de los pómulos, a lo largo del contorno de la mandíbula y alrededor del borde superior e inferior del rostro. Luego se aplica una base más clara sobre las áreas resaltadas, como el centro de la frente, el puente nasal y los pómulos superiores.
Desde ya adelantamos que se trata de una técnica avanzada que han instalado los grandes maquilladores. Sin embargo, con un poco de práctica, paciencia, y los instrumentos adecuados, tu también podrás conseguir muy buenos resultados.
Tipos de contouring
Al hablar de contouring, es importante mencionar que existen diferentes tipos según el efecto que deseemos lograr en nuestro rostro. Esto nos permitirá personalizar la técnica y adaptarla a nuestras necesidades.
El contouring clásico se enfoca en resaltar los rasgos principales del rostro, como pómulos y mandíbula, utilizando tonos más oscuros para crear sombras y tonos más claros para iluminar. Por otro lado, el strobing o highlighter se centra únicamente en destacar las zonas altas del rostro con una capa uniforme de iluminador.
Otra variante es el draping, donde se utiliza un blush tanto oscuro como claro para crear una apariencia más natural y suave. La idea es no solo definir los rasgos faciales sino también agregar color al rostro sin tener que usar demasiados productos.
Para aquellos que buscan un look aún más dramático, existe el non-touring. Este tipo de contouring consiste en aplicar únicamente base ligera e iluminador para obtener una apariencia fresca y natural sin sombras ni marcaciones intensas.
Diremos que hay tantos tipos de contouring como personas. Esto, porque cada cual tiene un objetivo diferente a la hora de maquillarse. Hay quienes quieren que sus ojos parezcan más grandes, mientras que otros quieren disimular el tamaño de su nariz. Esta es la pregunta que debes hacerte antes de comenzar. Luego, sí nos pondremos manos a la obra.
¿Por dónde debería empezar?
Ahora que sabemos con exactitud qué es el contouring seguramente sientes curiosidad por saber cómo se pone en práctica. En ese sentido, detallaremos a continuación los pasos para que lo consigas sin grandes complicaciones.
1 Preparación
Aplica tu base de maquillaje y corrector de manera uniforme en tu rostro, pero no sin antes haberla limpiado y humectado adecuadamente. Cualquier tipo de maquillaje se luce mucho más en una piel que primero recibió los cuidados necesarios. Además, así estarás segura de que cada cosmético que apliques durará más tiempo sobre tu piel.
2 Selección de productos
Aquí es donde comienza la magia. Necesitarás un tono de base o corrector que sea dos tonos más oscuros que tu tono de piel para el contorno, y uno o dos tonos más claros para los puntos de iluminación. Puedes utilizar productos en crema o en polvo, según tus preferencias.
Para estar segura, al momento de adquirir el producto en la tienda, puedes pedirle a la vendedora que te asesore. En general, siempre están muy predispuestas a hacerlo y tienen mucha información al respecto. Por supuesto, ¡también puedes consultarnos!
3 Contorno
Aquí llega el momento del contouring propiamente dicho. Con una brocha o esponja adecuada, aplica el tono más oscuro en las áreas que deseas contornear. Estas áreas suelen ser las sienes, las mejillas hundidas, la línea de la mandíbula y el contorno de la nariz. Difumina bien el producto para que se mezcle con tu base y tenga un aspecto natural.
4 Iluminación
Aplica el tono más claro en las áreas que deseas resaltar, como el centro de la frente, la parte alta de los pómulos, el arco de las cejas, el puente de la nariz y el arco de cupido en los labios. Difumina con cuidado para que no haya líneas evidentes entre los tonos claros y oscuros. Siempre buscamos un acabado sutil, no queremos que sea tan evidente que llevamos horas frente al espejo.
5 Mezcla
Es importante difuminar los productos de contorno e iluminación para que se integren bien con tu base de maquillaje y no haya líneas duras en tu rostro. Utiliza una brocha o esponja limpia para mezclar los productos suavemente en movimientos circulares o de barrido.
Por supuesto, es fundamental que estos elementos de trabajo estén limpios y secos para evitar alergias o irritaciones posteriores. Asimismo, recomendamos que una vez que termines de usarlos, los limpies muy bien con jabón neutro.
6 Acabado y toques finales del contouring
Una vez que hayas logrado el nivel deseado de contorno e iluminación, aplica polvo translúcido para fijar tu maquillaje y darle un acabado mate. Puedes seguir con el resto de tu rutina de maquillaje, como aplicar rubor, sombras de ojos y labial, según tu estilo y preferencias.
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Recordá que la técnica que acabamos de detallar solo implica enfatizar ciertos rasgos y minimizar otros. Pero siempre podés complementarlo con prácticas habituales de cualquier otra rutina de maquillaje. Esto es: combinando sombras, delineando tus labios, usando máscara para pestañas y/o delineador, etc.
Otros detalles además del contouring que te servirán mucho
Una vez que el maquillaje esté terminado, podrás lucirlo en la ocasión que quieras. Por supuesto, también podrás practicarlo en amigas o incluso empezar a enseñarlo a quienes estén interesados. En cualquier caso, es muy importante que nunca olvides retirar los productos una vez que el evento finalizó.
Sí, sabemos que muchas veces no tenemos ganas de realizarnos una rutina de limpieza tras haber disfrutado de una velada. Sin embargo, este tipo de prácticas son las que, a largo plazo, te hacen disfrutar de una piel sana y con menos cantidad de líneas de expresión.
Son muchas las razones por las que no deberías dejar a un lado este último paso del contouring, pero es especialmente importante que lo hagas si tu piel es grasa y con tendencia al acné.
Hasta acá llegamos con el artículo: “El poder del contouring: cómo definir y resaltar tus rasgos faciales”. Esperamos que te resultara útil y recuerda que en Tienda de la Piel ofrecemos una amplia gama de artículos para el cuidado de la piel. Todo siempre pensado y desarrollado partiendo de los más altos estándares de tecnología y calidad. ¡Contáctanos para más información y déjanos tu opinión en comentarios!