Consejos para cuidar tu piel con los cambios climáticos
Nuestra piel es el órgano más grande y visible de nuestro cuerpo, y actúa como una barrera natural contra el entorno. Sin embargo, esta barrera puede verse afectada por los cambios climáticos, como la exposición al sol, el frío extremo o la humedad excesiva. Para mantener una piel saludable en todas las estaciones, es fundamental adaptar tu rutina. Aquí te ofrecemos algunos consejos para que cuidar tu piel no sea imposible ¡A por ello!
Tené en cuenta que la hidratación debe ser constante para cuidar tu piel correctamente
La hidratación es clave para mantener una piel saludable. En climas cálidos y secos, la pérdida de humedad es más rápida, lo que puede llevar a la sequedad y la descamación. En cambio, en climas fríos y secos, la piel también puede resecarse debido a la baja humedad ambiental y al uso frecuente de calefacción. Por lo tanto, asegúrate de aplicar una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel después de la limpieza y siempre que sientas la piel seca.
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¿Cómo se siente la piel deshidratada?
Te preguntas cómo se siente la deshidratación en la piel para entonces saber si es o no tu caso. Bien, en ese sentido debemos decir que puede sentirse incómoda y mostrar signos visuales de sequedad y falta de humedad. Algunos de los signos habituales son los siguientes:
Tirantez
La piel deshidratada a menudo se siente tensa, como si estuviera demasiado estirada. Esta sensación puede ser más notable después de la limpieza o el contacto con el agua.
Picazón o irritación
Otro dato relevante es que, en estos casos, la piel tiende a picar y puede sentirse irritada. Esto se debe a que la barrera de humedad de la piel se ha visto comprometida, lo que permite que las irritaciones penetren más fácilmente.
Descamación o piel escamosa
La falta de humedad puede hacer que la piel se vuelva seca y comience a descamarse. Puedes notar pequeñas escamas o áreas ásperas en la piel.
Rigidez o falta de elasticidad
La piel deshidratada puede sentirse menos elástica y más rígida. Puedes notar que se siente menos flexible cuando la tocas. Esto lleva directamente al próximo síntoma.
Líneas finas más visibles
La deshidratación puede hacer que las líneas finas y arrugas sean más evidentes, ya que la piel no está bien hidratada y no puede retener su aspecto suave.
Enrojecimiento y poros dilatados
En algunos casos, la piel deshidratada puede volverse roja o mostrar signos de irritación debido a la falta de barrera de humedad. Asimismo, puede hacer que los poros se vean más grandes y más prominentes.
Si quieres cuidar tu piel usa protector solar, siempre
La exposición al sol puede dañar tu piel, independientemente de la temporada. Invierno o verano, no olvides aplicar protector solar con un SPF adecuado antes de salir. Los rayos UV pueden causar envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Opta por un protector solar de amplio espectro que proteja contra los rayos UVA y UVB.
El uso de protector solar es importante para todos, independientemente de tu edad o tipo de piel. Es especialmente importante para las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con la exposición al sol, como los niños, las personas con piel clara y las personas con antecedentes familiares de cáncer de piel.
Para obtener la máxima protección, es importante aplicar protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 minutos antes de salir al sol. Debes volver a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si estás sudando o nadando.
La limpieza suave es otro paso infaltable para cuidar tu piel
Lavar tu rostro es esencial para eliminar el exceso de grasa, suciedad y maquillaje. Sin embargo, evita el uso de limpiadores agresivos que puedan eliminar los aceites naturales de la piel. Opta por limpiadores suaves y sin fragancia que no comprometan la barrera de humedad de tu piel. Siempre es necesario escoger los limpiadores teniendo en cuenta el biotipo de quien va a usarlo.
Esto, porque en muchos hogares es habitual que varios miembros de la familia usen el mismo producto. Esto no sería un inconveniente siempre y cuando todos tengan las mismas necesidades cutáneas.
En relación a la periodicidad, esta debe realizarse dos veces al día. Por las mañanas y por la noche. Primero, cuando te despiertas y te preparas para comenzar la jornada. Luego, por las noches, al menos una hora antes de irte a dormir.
Adapta la rutina de cuidados a la época del año para que cuidar tu piel sea una tarea efectiva
Cambia tus productos de cuidado de la piel según la temporada. Por ejemplo, en invierno, es posible que necesites una crema más espesa y rica para combatir la sequedad, mientras que, en verano, una crema más ligera y no comedogénica puede ser suficiente. Consulta a un dermatólogo para obtener recomendaciones específicas para tu tipo de piel.
Evita duchas muy calientes
Las duchas largas y calientes pueden eliminar los aceites naturales de la piel, dejándola reseca. Opta por duchas tibias y limita su duración. Después de la ducha, aplica una crema hidratante para sellar la humedad en la piel.
Bebe suficiente agua
La hidratación adecuada no solo proviene de productos tópicos, sino también de lo que pones dentro de tu cuerpo. Beber suficiente agua es esencial para mantener la piel hidratada y saludable, independientemente de la temporada. Por supuesto, hay que tener en cuenta que, en los días de calor, el organismo demanda más agua. De todos modos, la ingesta mínima es de 2 litros diarios.
Protege tus labios si quieres cuidar tu piel
Los labios tienden a resecarse y agrietarse fácilmente, especialmente en climas fríos y ventosos. Es habitual que no pongamos tanta atención en su cuidado, pero deberíamos hacerlo para evitar posibles complicaciones de salud. Usa bálsamos labiales con SPF para protegerlos del sol y aplícalos con regularidad.
Cuidado con la calefacción y el aire acondicionado
Tanto la calefacción como el aire acondicionado pueden resecar el aire en interiores, lo que puede afectar negativamente la piel. Considera usar humidificadores para agregar humedad al ambiente y mantener tu piel equilibrada.
La alimentación saludable es fundamental para cuidar tu piel
Una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales puede beneficiar a tu piel. Incluye frutas, verduras, pescado y alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 en tu dieta para promover una piel radiante.
Consulta a un profesional
Si tienes problemas cutáneos persistentes o preocupaciones específicas, no dudes en consultar a un dermatólogo. Un experto puede proporcionarte un plan de cuidado de la piel personalizado según tus necesidades. Recuerda que, en muchas ocasiones, solo los profesionales pueden detectar afecciones que probablemente parezcan comunes o incluso sin gravedad. Ante la mínima duda, acude a ellos.
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Recuerda también que cada piel es única, y lo que funciona para una persona puede no funcionar igual para otra. Experimenta con diferentes productos y rutinas para encontrar lo que mejor funcione para tu tipo de piel. Con estos consejos y un cuidado adecuado, puedes mantener tu piel hermosa y saludable en cualquier clima.
Aquí culmina el artículo sobre “Consejos para cuidar tu piel con los cambios climáticos.”. Recordá que en Tienda de la Piel contamos con una amplia gama de productos para el cuidado de tu piel y, si necesitás asesoramiento, siempre podés contactarnos. ¡También podés dejarnos tu opinión sobre este tema en comentarios!