¿Cómo hacer una rutina de limpieza facial diaria rápida?
¿Estás muy cansada por la noche como para realizar la rutina de limpieza del rostro? ¿Muy apurada por las mañanas? No es raro. Sin embargo, ese esfuerzo es necesario. Ir a dormir sin siquiera quitarte el maquillaje hace más difícil la limpieza matinal y una limpieza incorrecta a la mañana dificulta la absorción de los productos de cuidado. Por eso, a continuación te mostramos una rutina de limpieza facial diaria que podés aplicar rápidamente y no falla.
Rutina de limpieza facial diaria: ¿matutina, nocturna o ambas?
La limpieza facial es esencial para lucir una piel sana y radiante. Pero este trabajo debes hacerlo a conciencia.
Debido a que una rutina de limpieza facial diaria puede estar compuesta por varios pasos. ¡Depende de la cantidad de productos diferentes que necesites o quieras aplicar! Es por esto que, por el apuro, no debes reducirla a lavarte la cara con agua. Tampoco a aplicarte los productos a toda velocidad.
Es preferible reducir la cantidad de productos y pasos, para lograr una limpieza que deje la piel suave y preparada. Es que de los resultados de la rutina de limpieza dependen de los productos de cuidado que utilizaremos después.
Muchas personas se preguntan si la rutina de limpieza facial diaria debe aplicarse por la noche o por la mañana, o ambas. Esto depende del tipo de piel. Hay pieles que se mantienen saludables solamente con la limpieza nocturna. En otros casos, si necesitas aplicar productos o mascarillas durante la noche, pero siempre el ritual de limpieza matutino es imprescindible.
En cualquier caso, la idea es simplificar al máximo tanto la cantidad como la agresividad de los productos. ¿El resultado? Una piel sana y feliz.
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Rutina de limpieza facial diaria nocturna
Esta rutina es muy simple y la más necesaria. Tal vez en algún caso podés prescindir de la limpieza matutina, pero nunca debés olvidar la rutina nocturna.
Ya que a lo largo del día la piel se va llenando de impurezas provenientes del ambiente o de la actividad celular. Por ello, para que la piel respire y se mantenga tonificada es imprescindible que realices la limpieza nocturna.
Acá te presentamos nuestra rutina de limpieza facial diaria nocturna súper simplificada en tres pasos:
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- Lavar el rostro con agua y jabón saponificado: Estos jabones son una versión mejorada de los jabones clásicos. Esto se debe a que contienen glicerina y aceites prensados en frío. Lo que los hace muy suaves y aportan grasas saludables. Además, eliminan el maquillaje, partículas y células muertas.
- Aplicar el producto de limpieza adecuado a tu tipo de piel: Elegí un producto que combine limpieza y desmaquillante como Bonaven Loción a base de avena, que no necesita agua. Este producto puede ser aceitoso o liviano, gel o leche limpiadora. Esto completa la limpieza realizada por el agua y jabón.
- Finalizar la limpieza: Pasa una toallita desmaquillante para eliminar cualquier rastro de suciedad y maquillaje.
Después de esto, si es necesario, aplica la crema nocturna o tu producto de cuidado preferido. Recordá realizar todas estas operaciones de manera suave y cuidadosa.
Rutina de limpieza matutina
La limpieza matutina también es muy sencilla. Y súper necesaria si aplicaste una crema nocturna. También sirve para refrescar el rostro y borrar todo rastro de somnolencia nocturna.
Acá te mostramos una rutina de limpieza facial diaria matutina es tan rápida que la podés hacer en solo 30 segundos:
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- Impregnar una bola de algodón en un producto liviano y refrescante como agua micelar o gel limpiador.
- Limpiar el rostro comenzando por la barbilla, luego desde la nariz hacia los pómulos y finalizar con la frente. Lo importante es la técnica: los movimientos deben ser laterales, de adentro hacia afuera.
- La piel ya está lista para la hidratación, foto protección y maquillaje si es necesario.
Recordá que el máximo de productos que podés aplicar a la mañana es de tres: limpiador, crema de cuidado y protector solar.
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Nuestras recomendaciones
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- La limpieza de la piel es clave. Una piel sana y luminosa comienza con una buena rutina de limpieza.
- Si tenés un poco más de tiempo, repetí dos veces cada paso o tomá un baño de vapor después del lavado con agua y jabón. Esto ayudará a abrir los poros, hidratar y purificar la piel.
- Recordá que si utilizás mascarillas exfoliantes, deben aplicarse una vez por semana después de la limpieza.
- Al aplicar los productos limpiadores hacelo con suavidad, sin frotar la piel. Es preferible repetir la operación a tocarse la cara más enérgicamente.
Recordá que los productos deben ser adecuados a tu tipo de piel. Antes de adoptar una nueva rutina de limpieza facial diaria consultá con tu dermatólogo.