
Hábitos del día a día que impactan en tu piel (para bien o para mal)
Hábitos que mejoran tu piel
✨ Alimentación balanceada: Lo que comés influye directamente en tu piel. Consumir alimentos ricos en antioxidantes, como los son las frutas y verduras ayudan a combatir los radicales libres, retrasando el envejecimiento. También, las grasas saludables como las que se encuentran en el aguacate o los frutos secos mantienen tu piel hidratada y flexible.
✨ Hidratación constante: Beber suficiente agua al día mantiene la elasticidad de la piel y ayuda a eliminar toxinas. La deshidratación, en cambio, puede hacer que tu piel se vea apagada y más propensa a arrugas.
✨ Dormir bien y lo suficiente: Está comprobado que durante nuestro descanso nocturno, nuestra piel se regenera. Dormir menos de 7 u 8 horas afecta la producción de colágeno y puede hacer que te despiertes con ojeras o hinchazón.
✨ Limpieza de dispositivos electrónicos: ¿Sabías que tu teléfono está lleno de bacterias? Al estar en contacto con tu cara, pueden provocar brotes o irritaciones. Limpiá la pantalla regularmente con un paño y alcohol.
✨ Ejercicio regular: La actividad física mejora la circulación sanguínea, lo que ayuda a que los nutrientes lleguen a la piel, dándole un brillo saludable. Además, reduce el estrés, otro causante de brotes molestos.
Hábitos que dañan tu piel (y cómo evitarlos)
⚠️ No desmaquillarte antes de dormir: Dormir con maquillaje obstruye los poros y acelera el envejecimiento. Tu piel necesita airearse y regenerarse durante la noche. ¡No te saltees este paso!
⚠️ Uso excesivo de pantallas: La luz azul proveniente de las pantallas, ya sean celulares o computadoras, aceleran el envejecimiento y pueden provocar manchas. Utilizá protector solar incluso en interiores y considerá productos con protección contra luz azul.
⚠️ Dieta alta en azúcar y alimentos procesados: El azúcar y los alimentos ultraprocesados inflaman el cuerpo y afectan la apariencia de nuestra piel, generando más posibilidades de brotes e irritaciones.
⚠️ Estrés constante: El estrés crónico altera el equilibrio hormonal y puede causar brotes de acné o aumentar la sensibilidad de la piel. Incorporá técnicas de relajación como meditación, o disfrutá de tu método favorito para relajarte.
⚠️ Tocarte la cara constantemente: Cada vez que tocás tu cara, transferís bacterias y suciedad, lo que en muchos casos es la causa de brotes de acné o irritación. ¡Evitá este mal hábito!
Conclusión:
Incorporar buenos hábitos y eliminar los perjudiciales no solo mejora tu piel, sino también tu bienestar general. Recordá que no se trata de ser perfecto, sino de encontrar el equilibrio que funcione para vos.
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