¿A tu piel no le está gustando el cambio de clima?
Cuando bajan las temperaturas, nuestra piel se reseca, se irrita, y pierde brillo... Pero no todo está perdido: solo necesitás hacer unos ajustes clave en tu rutina de cuidado. Acá te contamos cómo hacerlo, paso a paso.

1. ¿Por qué el frío afecta tanto a la piel?

Durante el otoño e invierno, el aire se vuelve más seco y frío, y eso hace que tu piel pierda humedad más rápido de lo que puede reponerla. Además, las duchas con agua muy caliente y la calefacción constante, hacen que al salir a la calle donde el viento nos congela, el resultado sea una barrera cutánea que sufre, se debilita y grita por ayuda.

2. Síntomas clásicos de una piel en crisis climática:

• Sensación de tirantez después de limpiar la cara.

• Resequedad visible, tipo “copito de nieve facial”.

• Pérdida de luminosidad.

• Mayor sensibilidad o enrojecimiento.

• Brotecitos inesperados (sí, también pueden aparecer en invierno).

¿Te suena alguno? Entonces, tu piel te está pidiendo cambios.

3. Checklist: cómo adaptar tu rutina al frío.

Paso 1: Limpieza suave.
Olvidate de los jabones que dejan esa sensación de sequedad. Lo que necesitás es un limpiador gentil que respete tu barrera cutánea.
Probá con Aquatop Limpiador Líquido – Adaptable a todo tipo de piel en invierno.

Paso 2: Hidratación, buena hidratación.
En verano quizás usabas texturas más ligeras, pero ahora tu piel requiere cuidados extra. Apostá por cremas que hidraten profundo y reparen.
Aquatop Hidratante es un 10/10: hidrata por hasta 48 horas y ayuda a restaurar la barrera protectora.

Paso 3: Protección solar, incluso con bufanda.
Sí, aunque esté nublado. Los rayos UV siguen activos y pueden dañar la piel.
Umbrella Intelligent no solo protege, también ayuda a reparar el daño solar. Dos en uno.

Paso 4: Amabilidad ante todo.
Nada de exfoliar excesivamente o probar mil activos nuevos. Tu piel necesita estabilidad, no aventuras extremas. Para esto, usá Glicolic una vez por semana y brillá con este tratamiento de restauración.

Bonus tip: Tu estilo de vida también influye.

1- Tomá suficiente agua (sí, incluso cuando no tenés sed).

2- Comé alimentos ricos en grasas buenas, como aguacate, frutos secos y aceite de oliva.

3- Y si usás calefacción, poné un humidificador en el ambiente. Tu piel te lo va a agradecer.

CONCLUSIÓN:
El cambio de estación puede poner a prueba tu piel, pero no tiene por qué ser un drama. Con pequeños ajustes y los productos adecuados, podés pasar el otoño e invierno con una piel sana, hidratada y protegida. Dale amor a tu rutina, y tu piel lo va a reflejar.

¿Querés saber qué productos van mejor con tu tipo de piel?

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