
Cómo el estrés afecta tu cutis y qué hacer al respecto
¿Por qué el estrés se refleja en tu piel?
Cuando atravesás períodos de estrés, tu cuerpo libera cortisol, una hormona que altera el equilibrio natural de la piel. Esto puede provocar más grasa, inflamación o resequedad, según tu tipo de piel. Además, el estrés afecta la regeneración celular, haciendo que la piel luzca más opaca, cansada o con tendencia a brotes.
Algunas señales comunes son:
• Piel más sensible o enrojecida.
• Aparición de granitos, incluso si no solés tener acné.
• Sensación de tirantez o resequedad.
• Falta de brillo o textura desigual
Cómo calmar tu piel estresada
El primer paso es cuidar tu piel desde la calma: no solo con productos, sino también con hábitos que ayuden a equilibrar cuerpo y mente.
💧 Limpieza suave y sin fricción
Elegí un limpiador gentil como Aquatop Limpiador, que elimina impurezas sin resecar ni alterar la barrera natural.
🌿 Hidratación profunda
La piel bajo estrés pierde agua con facilidad. Apostá por productos que aporten confort inmediato, como Hyalix Emulgel, que hidrata y refresca con su textura liviana, o Aquaprim, un hidratante ideal para pieles secas.
☀️ Antioxidantes que protegen
El estrés aumenta los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro. Un aliado ideal es Cetopic Serum, con vitamina C estabilizada para devolver luminosidad y firmeza.
💆 Cuidá el contorno de ojos.
Si dormís poco o estás agotada, YEUX Contorno de Ojos puede ayudarte a desinflamar y reducir signos de fatiga visibles.
🌙 Sérums reparadores para la noche.
Mientras descansás, tu piel se regenera. Cetopic Serum cuenta con un alta concentración de Vitamina C (22%) que brinda beneficios frente a la hiperpigmentación, pérdida de firmeza y elasticidad de la piel, previniendo el envejecimiento prematuro.
Elegí hábitos que te acompañen desde adentro
Además del cuidado externo, el estrés se combate con una rutina integral:
• Dormí al menos 7 horas por noche.
• Tomá suficiente agua durante el día.
• Intentá moverte: caminar, hacer yoga o pilates mejora la oxigenación.
• Practicá pausas conscientes: 5 minutos de respiración profunda pueden marcar la diferencia.
Conclusión
El estrés no solo agota tu mente, también puede alterar el equilibrio natural de tu piel. Pero la buena noticia es que podés ayudarla a recuperarse con constancia y productos que realmente la acompañen.
Cuidarte es mucho más que aplicar una crema: es un ritual que empieza por vos. Con fórmulas suaves, antioxidantes y una buena hidratación, tu piel puede volver a sentirse cómoda, luminosa y en calma, incluso en los días más difíciles.
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