Tu piel también necesita descanso
La “Skintox” no es un término médico, pero sí una realidad cada vez más común. Ocurre cuando usamos demasiados productos —o productos inadecuados— en poco tiempo. La piel, en vez de mejorar, colapsa: brotes, resequedad, sensibilidad, ardor o falta de resultados son señales de alarma.

¿Cómo saber si estás en una “Skintox”?

• Cambiás tu rutina cada semana.

• Probás todo lo nuevo que ves en redes sin consultar si es para tu tipo de piel.

• Sentís tu piel tirante, irritada o sobreexigida.

• Usás activos potentes (ácidos, retinol, vitamina C) sin descansos o combinaciones correctas.

📌 Spoiler: no siempre más es mejor. A veces, menos es mucho más.

El detox que tu piel necesita
Antes de sumar, hay que pausar. El objetivo del "detox cosmético" no es quedarte sin nada, sino volver a una base saludable que tu piel entienda, tolere y agradezca.

1. Volver a lo simple: limpieza + hidratación + protección
Una rutina minimalista puede ser más efectiva. Te proponemos este trío básico para resetear:

🧴 Acleria Limpiador: ideal para pieles reactivas o brotadas, limpia sin alterar la barrera cutánea.
💧 Acleria Hidratante: textura ligera, sin perfume, perfecta para calmar pieles sensibilizadas.
🛡️ Umbrella Urban o Umbrella Intelligent: protección solar urbana con ingredientes antioxidantes para proteger y reparar.

2. Hacer una “dieta digital” de recomendaciones
No todo lo que ves en redes es para vos. Consultá con especialistas, priorizá productos que se adapten a tu piel y evitá mezclar activos sin información clara.

3. Escuchar lo que tu piel necesita hoy
Tu piel no es la misma en verano que en invierno, ni a los 20 que a los 40. Respetar su momento es clave.

Bonus: menos también es ahorro
Reducir la cantidad de productos no solo calma tu piel, también cuida tu bolsillo. Un buen limpiador, una hidratante funcional y un protector solar de amplio espectro pueden ser todo lo que necesitás por un tiempo.

Conclusión:

La “Skintox” es un llamado de atención en medio del ruido de tendencias, rutinas virales y productos con mil promesas. No se trata de demonizar el skincare, sino de hacerlo con conciencia. Tu piel no necesita que le hablen en todos los idiomas a la vez: necesita que la escuches en el suyo.

Y eso implica, muchas veces, frenar. Revisar qué estamos usando, por qué lo usamos y si realmente nos está haciendo bien. La saturación de productos puede parecer productividad, pero cuando se trata del cuidado de la piel, lo más transformador suele ser la constancia con lo esencial.

En Tienda de la Piel creemos en el cuidado inteligente: menos pasos, más sentido. Más información, menos saturación. Apostamos por rutinas simples, pero efectivas, que le den a tu piel el respiro que necesita para volver a equilibrarse.

Volver a lo básico no es retroceder: es reconstruir desde un lugar más consciente, más amable y más alineado con lo que tu piel realmente necesita. Porque al final del día, el mejor producto que podés sumarle a tu rutina es el criterio.